sábado, 31 de enero de 2015

¡Ésa es su enfermedad!

 
En cierta ocasión, un joven descarado, al ver a un maestro realizar una forma de Tai-Chi muy extravagante y desconocida para él, se le acercó y le dijo:
- Oiga, ¿qué está haciendo? ¡Eso no es Tai-Chi! ¿De qué manicomio se ha escapado?
A lo que el maestro contestó:
- No me he escapado de ningún manicomio, ¡me han echado!
Cuando los enfermos me veían practicar, sanaban.
Pero cuando los cuerdos practicaban conmigo, perdían la razón y se volvían tan locos como yo.
Así, cierto día, alguien me abrió las puertas y me dijo:
- ¡Sal! Aquí ya no haces falta. Ahora ve y contagia tu locura al mundo, porque este mundo está falto de locos como tú. ¡Ésa es su enfermedad!


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